Campaña #silképil5 gracias a #clubembajadoras de #Próximaati

Cuando me dijeron que iba a formar parte de esta campaña me hizo especial ilusión. Hace unos 10 años, mi madre me regaló mi primera y única depiladora eléctrica, la Silk-Épil Eversoft de Braun. Me acuerdo que al principio, me dolía muchísimo, pero poco a poco se me fue acostrumbrando la piel a las pinzas del rodillo.

Así que cuando recibí mi pack de inicio Sil-Épil Beauty, lo abrí ansiosa para ver qué contenía, y me encontré una depiladora totalmente diferente a la que yo tenía:

• Totalmente ergonómica, para una mayor facilidad al pasarla por la piel.
• Incorpora luz para mayor visibilidad, incluso del vello más fino.
• Cabezal pivotante, para adaptarse mejor al contorno de tu cuerpo y lograr una precisión máxima.
• Cepillo de cerdas duras para la limpieza de la máquina (aunque también se puede introducir bajo el agua por completo, para una mayor higiene).
• Un guante de frío, para enfriar la piel antes de la depilación y sentir mayor alivio durante la depilación.
• Un cepillo facial, que limpia 6 veces mejor que un tratamiento manual.

Una vez leído el manual de instrucciones (como hago siempre con todo lo nuevo), comencé a probarla en las axilas, porque no tenía tiempo de hacerme las piernas. La experiencia genial: el cabezal se adaptaba como un guante a mi piel, y las pinzas lograron arrancar hasta el vello más fino y corto (yo llevo varias sesiones de láser que tuve que interrumpir, por lo que mi vello de esta zona es de esas características y por eso siempre uso la depiladora eléctrica para las axilas). Además, con la luz enfocando exactamente en la zona a tratar, fue muchísimo más fácil eliminar hasta el último pelito. Utilicé la velocidad 1, más suave para una zona sensible que se me reseca con facilidad. Hoy hace una semana que me los quité, y me han crecido muy pocos.

A los dos o tres días, cuando saqué un ratito libre, me hice las piernas, y literalmente os digo: ¡jubilo a mi querida eversoft!. 

• Para mí, lo mejor de todo es la luz, como ya os he comentado anteriormente. Ahora no podría usar una que no la tenga.
• Como las piernas me las depilo casi siempre con bandas de cera (soy bastante peluda y me las tengo que hacer enteras, aunque con los años el pelo ha perdido fuerza y cantidad), los pelitos se me enquistan y no queda una piel suave y uniforme, si no que siempre tengo granitos e irregularidades. Además, en la parte de detrás de las rodillas siempre dejo vello, puesto que con la cera me salen moratones al estirar esa zona tan sensible. Con Silk-épil 5-329, eso no me ocurrió. Pude depilar hasta las zonas más sensibles, gracias al cabezal pivotante y al eficaz método de arranque de las pinzas. No se me irritó la piel ni después del depilado ni al día siguiente, y mis piernas quedaron suaves y sin pelitos enquistados (por supuesto que alguno rebelde, sigue rebelde).
• Una vez terminada la depilación, simplemente la desmonté por completo y le pasé bien el cepillo por todas partes, moviendo bien el rodillo para que no se quedara ninguno. No hizo falta meterla debajo del grifo, pero me parece bien que se pueda hacer para limpiarla mejor.
• A mí no me hace falta pasarme el guante de frío, porque mi piel está más que acostumbrada a los tirones de esta máquina, pero creo que viene muy bien para las chicas que usan por primera vez este método.
• La única pega que he encontrado, es que me gustaba más el botón de encendido de mi Eversoft, puesto que me parece más incómodo girar una ruleta que subir hacia arriba el botón.
• En cuanto al crecimiento del vello, la verdad que no he notado mucha diferencia con respecto a las bandas, porque tengo como dos fases de crecimiento y suelo depilarme cada semana para llevar las piernas perfectas.

Por lo tanto, me quedo con mi Silk-Épil 5-329 contentísima y la recomiendo al 100% sin ninguna duda, porque sé que me va a durar mínimo diez años y porque los resultados son los que yo busco para cuidar mi piel y mi imagen.