The C Word (resumen)


the c word
Hace pocos días, mi querida Odile Fernández recomendaba en su web la visualización de este documental. Solo hay dos maneras de hacerlo, o pagando, o verlo a través de Netflix. Esta última opción es la más recomendable, porque, si no tenéis Netflix contratado, podéis tenerlo gratis durante un mes y ver el documental.

El documental es dirigido por Megan O'Hara, directora de cine y superviviente de cáncer de mama en estadio III (¡como yo!). El hilo conductor es el Doctor David Servan, autor de varios libros, el más famoso de ellos "Anti Cáncer, una nueva forma de vida" (es un "must" para los pacientes oncológicos, sin duda). Este psiquiatra francés estaba realizando una investigación para su tesis doctoral en neurociencia con un colega de profesión. Un día, uno de los voluntarios para someterse a un escáner no se presentó, así que David se prestó para tomar imágenes de su cerebro. De esta manera tan fortuita, su amigo descubrió un tumor en su cerebro. Tenía 31 años. Le dieron una esperanza de vida de dos años, pero consiguió vivir veinte años más (quimio y cirugía en dos ocasiones, pues tuvo una recidiva que superó y una tercera que no logró cronificar).

Aunque os recomiendo encarecidamente que lo visualicéis, os dejo aquí un resumen con las ideas más importantes (prácticamente todas lo son). Puede que parezca desordenado, ya que voy a ir soltando las ideas que van explicando en el documental, tal cual van apareciendo:

- Todos tenemos células defectuosas, pero nuestro sistema inmune se encarga de destruirlas. Podemos ayudarle a través de una buena alimentación, ejercicio físico moderado (especialmente en el cáncer de mama), evitando toxinas y con una buena gestión del estrés. A esto le llama el "método anticáncer". Si todas las personas cambiaran sus hábitos, se podrían prevenir un 70% las muertes por cáncer. La mutación del cáncer aparece cuando tenemos 14-17 años, pero pasan décadas hasta que esa mutación se expresa como tal (habitualmente).
-En Japón comienzan a "occidentalizar" la dieta, y en unos 20-25 años (sobre el 2005) se empieza a disparar el diagnóstico de cáncer colorrectal.
-Las células más inflamatorias del cuerpo son las de grasa y se poduce una afección crónica inflamatoria. Debido al sedentarismo, nuestros sistemas se debilitan y aumenta el número de células cancerosas. Por eso es necesario el ejercicio, para reducir el exceso de hormonas  y mejorar el sistema inmunitario. Simplemente caminando cada día unos 30 minutos a paso rápido (o mínimo 6 días a la semana), conseguiríamos activar nuestro sistema inmune, especialmente en el caso de las pacientes de mama, que reducimos un 50% la posibilidad de recidiva.
-En EEUU se demuestra que el tabaco produce cáncer, así que la mayor tabacalera del país destina todo los beneficios obtenidos con la venta de tabaco a comprar la empresa alimentaria KRAFT. La misma publicidad subliminal que hacían para vender sus cajetillas la utilizan ahora para vender productos procesados, llenos de químicos y aditivos. Sin darnos cuenta, nos vamos volviendo adictos a estos productos. Libro recomendado: "Sal, azúcar y grasa, cómo nos enfanchan los fabricantes" de Michael Moss (igual la traducción no es exacta, el libro es en inglés).
-Si nos fijamos en las unidades de engorde de los animales a vista de pájaro, no podremos ver ni una sola zona verde. Son alimentados con maíz y soja, productos transgénicos ricos en omega 6, que aumenta la inflamación en el cuerpo. La hierba tiene ácidos grasos omega 3, que reducen el crecimiento celular y disminuyen la inflamación. De aquí la importancia de comer carne de pasto. La carne procesada produce cáncer de colon.
-Las patatas fritas suben el nivel de azúcar en sangre, y el aceite que llevan absorbe todas las defensas antioxidantes de nuestro sistema inmune.
-Se intenta no culpabilizar al paciente, pero si te hacen consciente de que tu estilo de vida influye en tu enfermedad, es lógico que quieras contribuir a solucionar el problema.
-Un tercio de los cánceres, incluido el de mama y el de colon, tienen "receptores de insulina" en su superficie. La insulina llega a esos receptores, los cuales comienzan a consumir glucosa. Así alimentamos al cáncer. Me gusta mucho una frase que dice la directora del documental, ex paciente de mama: "yo misma, en el momento de ponerme quimio, estaba tomándome zumos y comiendo chocolate. Ahora lo pienso y sé que fue una locura. Pero no sabía nada del método anticáncer"
-Plantas y cáncer: nuestra dieta debe basarse en verduras. Los alimentos contienen moléculas muy potentes en la lucha contra el cáncer. Las plantas se protegen de las bacterias, virus, animales etc. produciendo miles de sustancias tóxicas (fitoquímicas) y algunas de ellas tienen propiedades anticáncer. Casi el 50% de medicamentos para tratar el cáncer (taxol, vincristina, vinblastina...) provienen originalmente de las plantas.
-Alimentos anticáncer: se realizan estudios en ratones con tumores humanos, a los que se les administran determinados alimentos, y se reducen los tumores un 90%. El problema es que no han conseguido fabricar un medicamento a base de estos alimentos que sea eficaz en humanos. Algunos de estos alimentos son: brócoli, ajo, arándanos, fresas, tomates, repollo, coliflor, coles de Bruselas, cebollas, frambuesas, jengibre, cúrcuma... que poseen moléculas antiinflamatorias basadas en las plantas más potentes. Por eso cuando la gente dice que "no hay pruebas de que la alimentación sea vital para el cáncer" no saben de lo que están hablando, ya que hay numerosos laboratorios estudiando estas moléculas y practicando ensayos con ellas.
-Humildad y cáncer: el Dr. Servan explica que antes de su diagnóstico era una persona muy arrogante, y después se volvió completamente humilde. "La arrogancia anterior me hizo ver que mi insignificante vida podía servir para ayudar a los demás". "El cáncer me salvó la vida. Si no, seguiría siendo un niño mimado". Él nunca hablaba de remisión en su enfermedad, sino de "contención". Siempre estaba ahí pero no se activaba. Durante veinte años se realizaba resonancia craneal cada seis meses.
-Todos somos vulnerables al cáncer. En una sociedad consumista como la nuestra, donde queremos todo "ya", es muy difícil establecer una dieta saludable.
-La medicina tradicional se limita a dar una pastilla, la cual solo enmascara los síntomas y nos hace sentir mejor. Pero no curar las enfermedades, y mucho menos, buscan las causas que las hacen aparecer.
-Aparece un anuncio de Kentucky Fried Chicken, que dice: "por cada cubo de "tropecientas" alitas de pollo donaremos 50 céntimos a la investigación contra el cáncer de mama" (¿estás flipando? Yo también...)
-Un doctor comenta que el cáncer no es solo una mutación, si no un desajuste cromosómico completo dentro de cada célula. Así que encontrar un solo medicamento que cure todos los tipos de cáncer sin efectos secundarios es un mito.
-Siempre se mira la resistencia del tumor, pero nunca analizan la resistencia del cuerpo a estos tratamientos tan agresivos. Cómo de preparado está mi sistema inmune para luchar contra las células cancerosas.
-Las toxinas están por todas partes: en ambientadores, cosméticos, productos de limpieza... No se prueban todos los productos antes de salir a la venta, lo que significa que nosotros mismos somos los conejillos de indias. Por eso hay veces que con determinados cosméticos te salen erupciones o picores en la piel etc. En Europa se han prohibido 1.100 ingredientes potencialmente cancerígenos. En EEUU solo 11 ingredientes. Cuando leemos fragancia, quiere decir que lleva sustancias químicas.
-Una paciente de mama (la hermana de la directora del documental) explica que antes del cáncer dedicaba 30 minutos dos veces por semana a boxear. Con el diagnóstico, confía en la medicina integratigativa (a base de comprimidos), la acupuntura, los centros de bienestar etc. Apunta que la combinación de quimio + ejercicio físico supone un 40% de bienestar durante el tratamiento.
- Estrés: el desánimo nos hace sentirnos impotentes, desperanzados. El estrés impide que nuestras defensas naturales maten al cáncer. Un budista (considerado el hombre más feliz del mundo) dice: "si corres para escapar de un rinoceronte, tienes un estrés máximo puntual que es bueno. Pero si corres cada día como si te persiguiera una manada de rinocerontes, entonces tienes un problema". A lo largo de toda nuestra vida se van formando nuevas neuronas que hacen nuevas conexiones. El estrés crónico es clave para el cáncer. Las hormonas del estrés que se liebran, pueden fomentar el crecimiento del cáncer y la metástasis. En una situación de estrés agudo, las hormonas de lucha se disparan y luego bajan con bastante rapidez. Pero el estrés crónico crea senderos de hormonas permanentes que fomentan el crecimiento de los tumores. Por ello creen que hay una gran conexión entre la mente y el cáncer. La gente que prueba 20 minutos de atención plena (mindfulness, meditación...) modifica la calidad de las 23 horas 40 minutos restantes, incluido el tiempo de sueño.  Cuerpo y espíritu van unidos y hay que cuidar ambos. Pero hay muchas formas de hacerlo, que solo funcionan si se conecta con la dimensión espiritual de la vida. 
-Necesitamos conexión con el resto de personas. Muchos pacientes viven con una sensación de impotencia y desesperanza.

-David Servan grabó su último programa en EEUU con síntomas de que la enfermedad había regresado. Al volver a Francia, su médico se lo confirmó. Dice que no se cuidó lo suficiente, que no paró cuando tenía que haberlo hecho. Llegó al límite de su cuerpo, porque la misión de su existencia era ayudar al resto con sus pilares anticáncer. "Hice lo que debía hacer".
En su última entrevista, cuatro semanas antes de morir, la directora del documental le pregunta cuál sería su epitafio. Y él contesta "empezó grandes cosas, pero no terminó" (y ambos comienzan a reír).
Dedicó su vida a dar esperanza y demostrar que todos tenemos el poder de luchar contra el cáncer.
El mundo está cambiando poco a poco. Incluso hay colegios públicos de EEUU que practican meditación en sus clases.
Ahora tenemos las herramientas adecuadas para cambiar nuestro estilo de vida.

Vamos, es hora de perderle el miedo al cáncer. Es hora de que el cáncer NOS TENGA MIEDO A NOSOTROS. Es hora de que esa palabra que empieza por "C" deje de significar muerte y signifique vida. Una vida aquí y ahora



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