¿Qué puedo y no puedo comer?



Muchas veces he oído a mujeres embarazadas conversar sobre la alimentación en el embarazo.
"Yo congelo el embutido dos días y me lo como"
"A mí en Navidad me regalaron un jamón Joselito y me puse fina"
"Yo como de todo menos pescado crudo".

Mi recomendación es que os paséis de "tiquismiquis", mejor que ser un poco descuidadas en este tema.
Estando embarazada de 6 meses, empecé a sentirme un poco rara, con cambios de sudores fríos a sofocos. Me tomé la temperatura y tenía un poco más de 37 ºC. Al tercer día, me subió a 38 ºC y decidí ir a urgencias por si acaso. Me hicieron un análisis de sangre y me ingresaron de inmediato. Mi marido y yo nos quedamos alucinando porque no nos lo esperábamos para nada.
Nos dijeron que tenía una bacteria y me tenían que poner antibiótico intravenoso. Resultó ser Listeria, una bacteria que se "pilla" a través de la comida.
Me hicieron la amniocentesis para comprobar que la bacteria no había pasado al líquido amniótico, y por suerte, por muchísima suerte, todo estaba correcto. Pero podía haber pasado lo peor.

No os imagináis el disgusto que pasé. La doctora me dijo que, por mucho cuidado que tengamos las embarazadas, hay bacterias que podemos pillar de los lugares más insospechados.
Así que os recomiendo tener mucho cuidado en casa, pero sobre todo, especialmente, en los restaurantes a los que vayáis.



Deberíais eliminar de vuestra dieta:

  • Embutido y carnes crudas o poco hechas: lo de congelar el embutido y descongelarlo, verdaderamente no está comprobado. Dicen que los congeladores de casa, con la puerta que se abre a menudo, y la temperatura que alcanza, no es suficiente para eliminar la toxoplasmosis. Toda la carne que comáis, que esté muy hecha, y nada de tartares ni carpaccios. La comadrona me dijo que si el jamón era de bellota no había problema, pero yo no lo tomaría. En este grupo también se incluyen los patés, foie-gras etc.
  • Pescado o marisco crudo: si el anisakis ya es puñetero de por sí, imagináos estando embarazadas. Hoy en día no hay mucho problema, porque en los restaurantes es obligatorio congelarlo antes ofrecerlo al cliente. Cuando compréis para casa, yo lo congelaría dos días antes de consumirlo, por si las moscas. Y nada de salmón o trucha ahumada.
  • Queso y leche no pasteurizada: en los quesos, leed muy bien la etiqueta, que ponga claramente pasteurizado. El brie, el camembert y el queso azul, directamente es mejor evitarlos. 
  • Huevo crudo y mayonesa casera: la tortillita poco hecha y la mayonesa que haces buenísima, la dejamos para cuando vuelvas a tener vientre plano. Salmonella, lejos.
  • "Sobras": o cocinas justo lo que vayáis a comer, o al día siguiente que se lo coma tu marido. Hay que mimarse, y es mejor no comer comida de un día para otro.
  • Frutas y ensaladas crudas: es mejor lavarlas a conciencia con un poquito de lejía o vinagre, para matar cualquier "bichillo" que pueda colarse.
  • Cafeína:  no es lo peor que podéis tomar, pero es mejor reducir la ingesta de cafeína. Suelen recomendar como máximo dos tazas de café al día. Yo como no tomaba café, no tuve problema. Pero si sois cafeadictas, yo sí que reduciría la cantidad.
Y lo más importante, lavaros muy bien las manos... ¡a todas horas! Jajaja.

Comentarios

Entradas populares de este blog

The C Word (resumen)

Dermatitis atópica en bebés y niños

Samplia: probar productos y opinar