Ejercicios de Kegel: desde ahora y sin caducidad



Como ya sabéis, el suelo pélvico de las mujeres se va debilitando con el paso de los años, pero sobre todo con cada embarazo. Para evitar perder la fuerza y resistencia de estos músculos que sostienen la uretra, la vejiga, el recto, y el útero, deberemos realizar diariamente los ejercicios de Kegel. Así evitaremos sufrir incontinencia urinaria con el paso del tiempo (suele surgir en un 70% de mujeres después del parto), e incluso la incontinencia anal (gases y movimiento de intestinos). Además, ayudan a controlar las hemorroides, evitar desgarros a la hora del parto y, al fortalecer los músculos vaginales, nos ayudará a disfrutar más del sexo. ¡Olé!

Al principio, pueden ser un poco incómodos e igual no los hacemos de manera perfecta. Pero con la práctica, seréis capaces de hacerlo incluso esperando en la parada de autobús.
Es muy recomendable realizar el movimiento cada vez que nos levantemos de la posición tumbada a sentada o de pie, porque es cuando más se debilitan estos músculos.

¿CÓMO SE REALIZAN?
Aquí viene el "quid de la cuestión". El movimiento a realizar es el de "apretar y levantar", como si intentaráis evitar tirar un pedete y hacer pipí al mismo tiempo. Es decir, "cerramos" los orificios vaginal y anal y levantamos hacia arriba. haciendo fuerza.
LO ESTÁS HACIENDO MAL si contienes la respiración, aprietas las nalgas o las piernas, y si tienes la barriga en tensión (puede ayudarte ponerte la mano en la tripa para comprobar que está relajada). Si no haces nada de esto, pero quieres asegurarte de que lo haces bien, tienes dos opciones: la primera, introducir un dedito en la vagina y realizar el movimiento. Si notas presión en tu dedo, ¡enhorabuena!. La segunda, durante el acto sexual, realizas el movimiento y preguntas a tu pareja si lo nota. Tiene que sentir como que le "abrazas".  Probablemente esto ya lo hayas hecho alguna vez, y te será más fácil seguir con la rutina.
Nunca realices el ejercicio cuando estés orinando, y acuérdate de empezar con la vejiga vacía.


FRECUENCIA Y DURACIÓN:
Al principio es costoso y puede cansar, así que comienza apretando durante diez segundos y soltando, en algunos momentos del día.
Lo ideal es que consigas realizar 10x4x3 (aguantar 10 segundos durante cuatro series, y realizarlo tres veces al día). Intenta incorporarlo a tu rutina para no olvidarte y conseguir que sea regular. Por ejemplo, después de desayunar, después de merendar y cuando veas la tele por la noche. La postura más cómoda será sentada, pero cuando cojas más experiencia, serás capaz de hacerlos de pie e incluso tumbada. 

Cuando lleves de tres a seis semanas realizando los ejercicios regularmente, notarás mejoría en el control de tu vejiga. ¡Ánimo!

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